Vuelos a Martinica desde 774 EUR*

Martinica, un departamento francés en pleno océano

Martinica es una isla, pero también un departamento francés que tiene por capital la ciudad de Fort-de-France. Es agradable deambular por esta villa, ir a hacer la compra al gran mercado o conocer el mercado del pescado. Aproveche sus paseos para visitar el fuerte Saint-Louis y el Museo Regional de Historia y Etnografía. No muy lejos, puede desviarse para admirar la iglesia de Batala y el suntuoso jardín de Batala. Otra visita que apuntarse es la de los Tres Islotes, para ver la Casa de la Caña de Azúcar o el Museo de la Pagerie.

También puede montar en barco para hacer un mini-crucero por el manglar. Puede ir a pasear a la Pointe du Bout donde la práctica del submarinismo le ofrece un espectáculo grandioso. Dese asimismo una vuelta por las Anses: la Grande, la Noire, la Dufour y las Anses D'Arlet. Báñese en Sainte Anne, en la Grande Anse des Salines y la Baie des Anglais. Sainte Luce merece igualmente una visita inexcusable para tumbarse con regocijo en sus magníficas playas y visitar la Destilería Trois-Rivières. Air France ofrece numerosos vuelos con destino a Martinica, una bonita ocasión de evadirse rumbo al sol.

Descubrir la cultura de Martinica

En la isla de Martinica siguen existiendo muchas granjas agrícolas. Algunas cultivan la caña de azúcar y otras son destilerías para la fabricación de ron. En el sur podrá apreciar las grandes haciendas azucareras mientras que en el norte se cultiva más el plátano y la piña. Podrá admirar de cerca estas famosas residencias de amos, típicamente de dos plantas y a menudo instaladas sobre pequeños montes bien expuestos y aireados. En las inmediaciones de estas antiguas casas, había cabañas para los esclavos negros. Algunas de estas construcciones son hoy en día museos cuya visita le servirá de recorrido por la historia. En las zonas de campo existen todavía este tipo de cabañas compuestas de dos estancias y en las que siguen viviendo familias.

Los bailes y músicas de Martinica

Los bailes y músicas de Martinica, realmente cautivadores, siguen practicándose en ciertos lugares de la isla y tendrá oportunidad de asistir a veladas de bamboulas, que son las sesiones de trance que se desarrollan al compás de un músico tocando el gwo-ka (nombre criollo del tambor). El bélé también es una expresión musical procedente directamente de África. Desde el siglo XIX se ha ido transformando por las distintas importaciones con origen en Europa, como la Quadrille, pero el conjunto conserva su carácter melodioso. También podrá bailar en una biguine, el emblema martiniqués de los bailes, con el zouk, el kadans o el ragga.